MARTIN MELLINO

LOS ANGELES - El próximo 3 de noviembre se cumplen dos décadas de la aparición de ‘Mutations’, álbum fundamental dentro de la discografía de Beck y uno de los tres que forman su llamada trilogía dorada.

En 1998, Beck ya era un artista de renombre. Sus videos rotaban a toda hora en MTV gracias al éxito que había cosechado con ‘Odelay’ (1996), que fue el primer capítulo de ese tan exitoso trio de discos, que culminó en 1999 con la edición de ‘Midnite Vultures’.

Pese a recibir numerosos elogios de parte de la crítica especializada, ‘Mutations’, sexto disco del señor Hansen, no fue un boom en cuanto a ventas se refiere. Esta obra presentaba un sonido mucho más prolijo que los trabajos anteriores de Beck. Y en esto mucho tiene que ver la cuidada producción   que   realizó   Niguel   Godrich,   histórico   productor   de   Radiohead,   que   grabó   todas   las canciones del disco en sólo 14 días.

Beck mostró con este álbum ser un artista verdaderamente ecléctico y camaleónico, virtud que aún conserva, tanto como solista y como productor.

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