“Sí, así es. El último clavo en el ataúd. Descanse en paz, Muse”, es el lapidario comentario que escribió Tommy Voss, uno de los miles de fans de Muse en la fanpage de la banda británica tras dar a conocer su más reciente sencillo, “Thought Contagion”.

Una reacción que no resume el sentir de los fans de Muse por el nuevo single de la agrupación británica, pero que, sin duda, es uno de los polos.

Es común que cuando una banda experimenta e intenta evolucionar, algunos consideren que en realidad dio pasos atrás. Unas veces más que otras.

No soy el más grande fan de Muse y creo que “Thought Contagion”, al menos de principio, no entrará en mi top 5 de esta agrupación, pero tomo con mucho agrado el esfuerzo de estos ingleses por presentar algo distinto a lo que han hecho.

Alguna vez estuve en una postura similar a la del fan que cité al principio, aunque con Radiohead. No ha existido un disco del cual no haya amado algunas canciones, pero tras el Pablo Honey, The Bends, OK Computer, Kid A y Amnesiac, el Hail to Thief me generó cierta decepción.

Pero luego vino In Rainbows y se convirtió en uno de mis discos favoritos. El grupo siguió su evolución y los últimos materiales no lograron flecharme.

Al margen de todo lo que no he sido capaz de disfrutar, a Radiohead le agradezco de manera infinita esas ganas de intentar siempre algo nuevo, de no repetir las fórmulas que le dieron éxito y seguro estoy que tarde o temprano, volverán a crear algo que me maraville.

El rock y géneros afines son por esencia rebeldes. Rompen paradigmas, nos guste o no. Así que viva la experimentación. Como fans hay que crecer con las bandas, porque si no, en realidad se es fan de las canciones y los discos, no de quienes los crean.

Si eres de los que prefiere ver a tus bandas favoritas replicar el sonido que les ha dado éxito, también es respetable. Pero me decanto por aquellas que hacen la evolución.