Como parte de continuar con mis propósitos de año nuevo, trato de descubrir una nueva banda o artista semanalmente; a finales de año después de esperar mucho tiempo por fin vi una de las series que más ganas tenía de ver pero había procrastinado infinitamente: Big Little Lies, y a pesar de ser una gran serie que vale mucho mucho tiempo de comentar y alabar, no estoy aquí para hablar de ésta, sino por el gran descubrimiento musical que me dejó, y es que la canción intro es nada más y nada menos que ‘Cold Little Heart’, canción que me llevó a conocer de lleno a Michael Kiwanuka.

Después de escucharla como 100 veces, tanto su versión para radio como su versión extendida de 10 minutos, decidí escuchar de principio a fin ‘Love and Hate’, su último disco lanzado en el 2016.

Con 10 canciones centradas en la melancolía, Michael Kiwanuka nos lleva de la mano en uno de sus viajes emocionales más extremos hasta ahora, estamos apreciando ahora a Michael Kiwanuka como una de las grandes leyendas musicales, de esas por las que hablaremos muchos y muchos años más.

Nacido y criado en Inglaterra pero proveniente de una familia de ugandeses, Michael Kiwanuka sabe que la mezcla de influencias genéticas que posee más su conocimiento musical, teniendo entre sus primeras influencias a Nirvana, Radiohead y Bob Dylan más combinando esencias de Ottis Redding hacen su resultado brutal; entre el soul, folk y unos genuinos riffs de guitarra inspirados por uno de sus grandes Jimi Hendrix, Michael Kiwanuka despertó el interés de famosos músicos desde su primer disco ‘Home Again’, el cual lo llevó a convertirse en telonero de la gira de Adele y compartir algunas horas en el estudio con Kanye West. 

Las canciones de este gran disco te hacen sentir la música a flor de piel; es un disco completamente disfrutable y que definitivamente marca un antes y un después para esta próxima leyenda. ‘Black Men in a White World’ se ha convertido en un himno para cualquiera que se sienta identificado; no importa el color,  no importa la raza, los prejuicios de la gente salen a flote y Michael ha aprendido a plasmar ciertas vivencias a través de su música y aceptarse como es.

Le llevó cuatro años perfeccionar este disco para lograr un majestuoso resultado; ahora Kiwanuka ya no es telonero, ahora comparte lugares en Billboard junto a quienes le vieron un brillante futuro, ahora se une a line ups de festivales en Europa, incluso ahora forma parte del nuevo disco de música de artistas inspirados por Roma.. hay Michael Kiwanuka para mucho más rato, crucemos changuitos por tenerlo en el país próximamente.