En las últimas semanas me he alejado un poco de escribir sobre la música. En momentos todos nos alejamos para darnos un respiro. Es algo natural. Y cuando decido regresar y ver qué está ocurriendo en el mundo musical encuentro el común denominador de Kanye West y su álbum nuevo.

He sido fan de la música de Kanye por varios años y encuentro por doquier varios comentarios sobre él. Ninguno de ellos dirigido a la música de su álbum nuevo. Yo no lo he escuchado. Personalmente me parece que es uno de los mejores artistas de esta generación. Quizás los dos nombres del hip hop más populares en este momento, Kendrick Lamar y Kanye West, son lo mejor que le ha pasado al género. Claro, esto viniendo de alguien que no es ningún experto del hip hop, solo creo que la música de estos artistas trasciende el género, y eso es lo que los hace grandes.

En el caso de Kanye West, antes de escuchar el álbum, ya nos enteramos de una serie de eventos y comentarios que ridiculizan al artista, convirtiéndolo en todo un payaso y fanfarrón. Desde ofensas a la artista Taylor Swift y los Grammy Awards, la exclusividad para escuchar su música en internet, y comentarios racistas contra publicaciones como Pitchfork y Rolling Stone; que irónicamente alaban al artista.

Hay que darle crédito a Kanye West, claramente todo esto es una operación de sus expertos en mercadotecnia. La pedantería que ha mostrado durante su carrera se ha convertido en un método efectivo de promoción.

Como fan de la música, Kanye constantemente está probando mis límites de lo que puedo soportar de su arrogancia, contra la genialidad de su música. Reconozco que constantemente ha ganada la genialidad. Son muy pocos artistas los que pueden salirse con la suya en este sistema. Sin embargo todo tiene un límite, y convertir el arte del pop en un circo de acusaciones melodramáticas y declaraciones absurdas nubla toda de intención de tomar en serio el arte.

No tenemos mucho la cultura de crear controversia en México en el área de la música. Me refiero a que un artista controversial no va más allá de algunos episodios de 'Ventaneando' y siempre son las mismas acusaciones de telenovela que estamos acostumbrándonos más y más a ignorar.

Eso no nos exime de la posibilidad de caer en pedantería. Vivimos en tiempos donde es difícil hacer sobresalir un lanzamiento nuevo, donde los artistas nos vemos obligados a dar exclusivas con marcas o servicios para obtener lo mejor de su promoción en plataformas. No me sorprendería que pronto se utilicen tácticas difamatorias para llamar la atención hacia el lanzamiento de un nuevo álbum de algún artista latinoamericano... Sería una verdadera pena porque creo en muchos sentidos que la integridad del arte creado al Sur de la frontera tiene mucho que ver con la poca afiliación a rendir tributo a la codicia de la industria de la música.

Como sea que vengan los próximos lanzamientos de nuevos artistas, la pedantería pueda o pueda no ser el mejor recurso para promoverte, yo seguramente escucharé el disco nuevo de Kanye West, más que por convicción, porque es uno de esos artistas de los que no puedes escapar. Pero más vale que la genialidad de la música equivalga a su arrogancia. Si la humildad es un valor que se pierde más y más con los tiempos modernos, más vale que el talento compense tanta mamonería y ridiculez.