No había conocido, a la fecha, a alguien que no le gustara la Navidad… Sin embargo, hace poco pasó. Hay quienes no podemos despertar un día sin una buena taza de café y quienes prefieren comenzar sus días con otro tipo de estimulantes. Ya lo dice el dicho popular, “entre gustos y colores… no han escrito los autores”.

Y ya que hablamos de gustos y hablamos de navidad, hoy me atrevo a poner ante sus pantallas el gusto de algunos y el (dis)gusto culposo de otros para esta temporada: los conteos musicales. Llama mucho la atención la cantidad de conteos que aparecen, año tras año, teniendo la razón y la autoridad suficiente como para reconocer a lo mejor o lo peor que ha sonado en el año. Estos conteos se reproducen indiscriminadamente en las páginas de revistas, sitios web, emisoras de radio, y si hacemos del conteo nuestro modo de vida, ya reconocemos que Buzzfeed es un sitio especializado en contar hasta lo que no debería.

¿Son buenos los conteos? ¿Son malos los conteos? Amén de que nos gusten o nos (dis)gusten…Si los ves desde la perspectiva negativa y te dedicas a criticarlos, seguramente el grinch que vive en ti los ama y se regocija ocultamente cada vez que puede hacer clic y conocer qué dijo alguien sobre la materia de tal conteo. Por eso, hablo de que te puedan (DIS)gustar.

Los conteos en sí, representan la labor de compilación de un determinado material, que lleva a cabo un individuo, para presentarlo ante un público y generar una matriz de opinión. Si, cómo esta nota que estás leyendo en este momento. Por ende, querido amigo, los conteos son una de las cosas más subjetivas de este mundo. Cuando entras a ver un conteo, te topas con la opinión y el criterio de alguien más que te dice “ésto es lo mejor/lo peor” que ha sonado este año, sin la necesidad de que sea verdaderamente así. Es el criterio personal del compilador, nunca la verdad absoluta. Es encontrarte frente a frente, con una persona que has comenzado a seguir por cómo crees que piensa y tener la posibilidad de estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que te ha comentado.

Ahora bien, supongamos que, superada esta etapa, sí quisiste abrir el conteo que viste en FB y sí entendiste que es alguien más “sugiriéndote” lo que piensa que estuvo bien o que estuvo mal en el año y que, por el contrario, es algo que te encanta hacer llegado diciembre: checarte todos los conteos habidos y por haber en el año. Yo te sugiero que vayas un paso más allá.

La música no la hacen solo los 20 primeros nombres de cualquier lista que te consigas. La música es un universo infinito de posibilidades y un nombre te puede llevar a otro… y a otro, justo como te sugiero que hagas uso de estos conteos: ¡Abre tu mundo más allá de los nombres! Escucha cada día algo nuevo. No dejes de sorprenderte. Al final del día, será tan estimulante o más estimulante que el café de la mañana con el que comencé esta disertación.

Como ves, querido amigo, no necesariamente el mundo es blanco o negro, pero a mí me encantaría que me contaras: ¿A favor o en contra de los conteos? ¿Has conseguido recientemente algo que valga la pena en un conteo? ¡Quiero leerlos!

Al cabo que terminaremos el año cantando: “Faltan 5 pa’ las doce…” ¿O no?