ALEJANDRA OROZCO

Acaba de fallecer uno de los científicos más importantes de nuestra era, quien además de dejar un legado impresionante en lo académico, siempre estuvo muy cerca de la música y de todas las artes.

Comencemos por su gusto musical. Una vez, hace unos 25 años, le preguntaron qué música se llevaría a una isla desierta, revelando así una lista en su mayor parte compuesta por música clásica, y hasta algo de The Beatles.

En aquella ocasión, Stephen incluyó música de Poulenc, Brahams, Beethoven, Wagner, Mozart, Puccini, Edith Piaf y The Beatles, dejando ver un gusto musical interesante y recatado.

El científico también estuvo muy relacionado con el mundo del rock, ya que algunos de sus cuentos infantiles fueron incluidos en ‘Keep talking’, canción de Pink Floyd, y ‘A bigger bang’, de The Rolling Stones, es un pequeño homenaje al genio.

Su historia con Pink Floyd comenzó cuando la voz del genio salió en un comercial lo que llamó la atención de la banda y la incluyeron en el single antes mencionado.

Después de eso, se grabaron distintas sesiones inéditas, que salieron a la luz en 2014, cuando David Gilmour y Nick Mason decidieron publicarlo en ‘Talkin’ Hawking’, con el mismo discurso.

La genialidad de Stephen perdurará a través del tiempo, y está plasmada en muchos aspectos, un legado que perdurará por la eternidad.