Me disponía a escribir sobre la música y la forma en que nuestro día puede cambiar de mood con solo escuchar una canción, pero no podía pasar por alto la llegada de este 2016 que vaya que ha arrasando con varias leyendas. Se trata de músicos que han perdido la batalla luego de un largo tiempo y otras muertes inesperadas.

Como les conté en mi primera columna, la más fuerte para mí fue la de David Bowie (1946-2016); se trató de algo difícil, en mis redes sociales lo definí tan fuerte como perder a un familiar, puesto que duele mucho saber que alguien que sigues como ídolo no volverá a dar un paso más, no habrá una fotografía con esa sonrisa épica. En verdad duele.

Luego murió el baterista británico Dale Griffin tras librar una batalla contra el Alzheimer durante casi una década. Se trató del fundador de la banda de glam rock Mott The Hoopl y productor de la canción 'All The Young Dudes', la cual fue escrita por Bowie.

Pero este 'fenómeno', porque no sé cómo demonios llamarlo, no se detuvo ahí, ya que siguió hasta Los Angeles para llevarse a Glenn Frey, quien fuera guitarrista y fundador de The Eagles, banda de rock clásico y country. Me dejó atónita.

En México se llevó también a Everardo Mujica, fundador de Tex Tex y mejor conocido como Lalo Tex, al cual recordaremos por su infatigable talento artístico, una enorme nobleza humana y algo que me llamó la atención de esta banda es que hizo lo mismo que en su momento The Ramones, cuando todos los miembros usaron un pseudónimo con el nombre de la banda. Y para cerrar, una de las bandas pioneras del heavy metal mexicano, Luzbel, perdió a Sergio López, su ex baterista.

No entiendo que tantas leyendas se hayan apagado. Todos cayeron ante los brazos de la 'huesuda', la cual ya no sé si es muy rockera o por qué se está llevando a tantos en tan poco tiempo... Ya párale, ¿no? ¿Qué tal si circulas por otro género o mejor aún, cambias a los músicos por políticos?

Nos veremos en el Hotel California.