Hace unos días, con motivo del nuevo lanzamiento de los Chemical Brothers, vi como veinte veces seguidas en YouTube el video ‘We’ve Got To Try’, donde un perro callejero es adiestrado para manejar un auto de Fórmula 1, previo a un viaje al comando de una nave de la NASA (en la que de paso, boicotea la misión). El clip es, en definitiva, la excusa para acompañar (y promocionar) uno de los mejores temas de su nuevo disco.
Volviendo al video, empecé a recordar aquellos viejos y buenos tiempos de MTV, cuando no era una cadena de pedorros reality shows en continuado. Más allá que plataformas como Vevo o el mismo YouTube fueron el inicio del fin de la cadena de videoclips, ellos mismos cavaron su tumba de a poco, incorporando a su grilla programas que nada tenían que ver con los videos y la música. Podemos bancar a Daria, Jackass, Ridiculousness y Celebrity Deathmatch, pero soportar a Caniggia Libre, ¡oh my god!, ¿qué hicimos para merecer eso?
Para no irme por las ramas, la idea de mi columna de hoy está dedicada a los videoclips. Y acá el rango de análisis puede ser muy amplio. Hay videos con dibujos animados, como ‘Paranoid Android’, de Radiohead; ‘Do the Evolution’, de Pearl Jam; ‘Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me’, de U2 o cualquiera de Gorillaz. También hay otros con algún estilo de animación, como ‘Fell in Love with a Girl’, de The White Stripes; ‘Take on Me’, de A-Ha o ‘Go with the Flow’, de Queens of the Stone Age. Y por suerte existen otros, decididamente sencillos, pero no por eso, menos espectaculares: ‘Coffee & TV’, de Blur; ‘Virtual Insanity’, de Jamiroquai; ‘Bittersweet Symphony’, de The Verve y ‘Warning’, de Green Day. Y obviamente, está el señor videoclip. El que le pasó el trapo a todos y dejó la vara bien alta para que el resto lo supere: ‘Thriller’, de Michael Jackson.
Pero ahora bien. Tengo una fascinación particular por dos tipos que le dieron una vuelta de tuerca al mundo de los clips. Ellos son Michel Gondry y Spike Jonze. No vengo a comparar cuál de los dos es el mejor, sino que escribo estas líneas para reivindicarlos como los dos mejores. Innovadores. Vanguardistas. Distintos. Convirtieron simples videos en verdaderas obras de arte.
Jonze tiene un top five verdaderamente exquisito. Dos de sus mejores videos los hizo para Fatboy Slim: ‘Weapon of Choice’, con Christopher Walken a puro baile; y ‘Praise You’, donde un grupo de personas lleva a cabo una clase de aerobics dentro de un centro comercial. ‘Drunk Girls’, de LCD Soundsystem, filmado en un solo plano secuencia, donde la protagonista muestra la resaca de su departamento luego de una descontrolada noche de fiesta. Para Björk también dirigió varios de sus videos, donde se destaca ‘It’s Oh So Quiet’, con la islandesa realizando una coreografía a través de las calles de su barrio. Y el más destacado de su producción, ‘Sabotage’, de los Beastie Boys, con el trío neoyorquino parodiando a las clásicas series policiales de los años 70.
Gondry carga sobre sus espaldas éxitos sensacionales. ‘Come Into my World’, de Kylie Minogue, donde la hermosa protagonista se va multiplicando cada vez que da la vuelta por la misma esquina que ya ha pasado. En ‘Everlong’, de Foo Fighters, representa los extravagantes sueños de los miembros de la banda. El recordado ‘Around the World’, de Daft Punk, también es su creación. Inolvidable coreografía llevada a cabo por 20 personas, bailando y subiendo esas dos escaleras de cuatro escalones, una y otra vez, de atrás para adelante y visceversa. Otra de sus realizaciones fue tan reconocida y celebrada, que tuvo su homenaje en The Simpsons: ‘The Hardest Button to Button’, de The White Striples, donde el dúo se va moviendo ante cada golpe que Meg le da al bombo de su batería. Y ‘Let Forever Be’, de The Chemical Brothers, es el que a mí más me gusta de los videos dirigidos por el francés. En el clip se muestra una coreo a través de la imagen dividida de un caleidoscopio. Un clip encantador.
Qué hermosa época en la que prendías el televisor a cualquier hora y en pantalla había un video. Sí. Extraño mucho al viejo MTV.