. Quarter Rock Press - Y que el Rock sea... pirata
 
 
   

Y que el Rock sea... pirata

TENOCH - Corresponsal en Reino Unido

(Twitter: @yotenoch)

 

The World In My Eyes

Ha comenzado este viaje a Londres. Un viaje en el que no buscaremos el glamour de una de las principales capitales del mundo, sino la historia viva del Rock entre sus edificios. Ahora estamos caminando por la zona central de la ciudad. Nuestra primera parada es en Regent Street 10. Aquí encontramos un edificio con el nombre Rex House, grabado sobre la puerta. Es una  construcción blanca de cinco pisos y muchas ventanas, que actualmente alberga oficinas menores y un gimnasio en la planta baja. Ciertamente no hay mucho que ver estando ahí parados, no hay nadie más tomando fotos. Pero si viajamos en el tiempo hasta principios de los años 60,  esta puerta y esta misma acera se convierten en un verdadero paseo de la fama.

Estamos frente al que, durante décadas, fuera el edificio de la BBC de Londres (British Broadcasting Corporation). Si vives en una cueva y no sabes de qué hablo, se trata de una de las compañías de información y medios más prestigiosas a nivel mundial, desde esos años y hasta nuestros días. Su importancia para nosotros radica en que, durante los años 60, la BBC promovía la música en vivo a través de sus estaciones de radio. Múltiples discos de leyendas británicas fueron grabados en sus estudios. Era también desde este edificio donde se hacían las entrevistas e interpretaciones  en vivo que el auditorio disfrutaba reunido en familia, sentados alrededor de radios que en aquel entonces tenían el tamaño de televisores.

 

 

Sin embargo, había un problema: únicamente se transmitían dos horas de música juvenil ¡a la semana! Ese sonido restringido era el naciente Rock & Roll que tanto asustaba a los adultos conservadores. El resto de los días se escuchaba música pop, un género mucho más apropiado para una sociedad tan amante del orden y las buenas costumbres, con las que, por supuesto, debía comulgar una empresa radiofónica financiada por la monarquía del Reino Unido. 

Como todos sabemos, el Rock nació con la rebeldía entre sus notas. Los melómanos impetuosos pronto encontraron una forma de compartir los nuevos sonidos de libertad que viajaban desde Estados Unidos y los que emergían en su propio país. Esa solución fue la radio pirata. Y cuando digo pirata, no me refiero solo a infiltrarse ilegalmente entre las frecuencias radiales, sino a que verdaderamente transmitían desde barcos o plataformas en altamar.  

Los Radio Pirate Ships se convirtieron en leyenda entre los jóvenes que hoy ya son abuelos. Los conteos de esa década – ninguno oficial por supuesto – hablan de hasta más de 150 de esas emisoras que lograron una popularidad abrumadora. Lo único que necesitaba el auditorio era un radio de onda corta y, con algo de paciencia, podían sintonizar alguna de esas irreverentes alternativas mientras los barcos estuvieran en posición.

 

 

Por supuesto, una iniciativa así no fue bien recibida por las autoridades británicas, que se entretuvieron un buen rato rastreando a estos barcos y plataformas de transmisión. Los piratas fueron acusados de interrumpir estaciones que sí contaban con permisos, bloquear señales de comunicación de emergencia, y obviamente, de decir y hacer lo que se les antojara sin censura alguna. Como es de imaginarse, por cada estación que cerraban, otras nuevas se abrían, haciendo esto una batalla continua que se extendió por el resto del Siglo XX, aunque el Rock ya se escuchaba libremente.

Si te interesa este fenómeno de los barcos de radio pirata británicos, que lejos de robar cofres de oro, buscaban compartir tesoros musicales, te recomiendo la película 'The Boat That Rocked' o 'Los Piratas Del Rock' (https://www.youtube.com/watch?v=SDSuVAcYUhY). la cual es una divertida comedia, inspirada en la estación pirata Radio Caroline, en la que un grupo de melómanos decide desafiar las leyes para convertirse en locutores de altamar. Su desinhibición – y buen gusto musical - les dará la popularidad para enrolarse en una alocada vida al estilo rock star, entre problemas con las autoridades, diversión, sexo, y por supuesto, mucho RockTe aseguro que si la historia no te gusta, seguro el soundtrack será suficiente para que disfrutes la cinta.

Volviendo al presente y a nuestro viaje, la historia de este edificio Rex House no termina aquí. Como dije al principio, esta calle fue un verdadero paseo de la fama. Incluso su fachada fue inmortalizada en la portada de un icónico álbum de esa época, aunque por ahora los dejaré en suspenso con este dato. Mientras tanto, pueden buscar en su memoria icónica y tratar de recordar de qué álbum estoy hablando. Los espero en el siguiente texto de esta serie para mostrarles "el mundo desde mis ojos".

Media

Corona

#QRPTV

#CartónQRP